Los mosasaurios eran verdaderos monstruos marinos del cretáceo tardío. Estos lagartos marinos, relacionados con las serpientes modernas y los lagartos monitores, crecieron hasta cincuenta pies, destellaron dos hileras de dientes afilados y destrozaron a sus víctimas con enormes y poderosas mandíbulas.
Ahora, una nueva investigación sugiere que los mosasaurios tenían otra ventaja potente: un derrame cerebral muscular que podría haber agregado explosiones de velocidad dignas de una emboscada.
"Sabemos que los mosasaurios probablemente usaron sus colas para la locomoción. Ahora creemos que también usaron sus extremidades anteriores, o su cola y extremidades anteriores juntas", explica el autor principal Kiersten Formoso, Ph.D. estudiante de paleontología de vertebrados en la Universidad del Sur de California. Ese doble estilo de natación, dice, podría hacer que los mosasaurios sean únicos entre los tetrápodos (cuatro criaturas con extremidades), vivos o extintos.
Estudios anteriores señalaron que los mosasaurios tenían una faja pectoral inusualmente grande, el conjunto de huesos que sostienen las extremidades anteriores. Pero la mayoría suponía que la natación de la criatura se debía principalmente a sus largas colas, algo así como caimanes o ballenas. Ese estilo de natación suave y adaptado a largas distancias se llama "crucero", en oposición al movimiento de "explosión". "Al igual que todo lo que nada o vuela, las leyes de dinámica de fluidos significan que estallido versus crucero es una compensación", explica el coautor Mike Habib, profesor asistente de ciencias anatómicas en la USC. "No muchos animales son buenos en ambos".
Para profundizar más sobre si los mosasaurios estaban adaptados a la explosión, adaptados a los cruceros o un equilibrio inusual de ambos, Formoso y sus coautores se centraron en la faja pectoral de gran tamaño. Estudiaron un fósil de Plotosaurus, un tipo de mosasaurio, en el Museo de Historia Natural del condado de Los Ángeles. Además, utilizaron medidas de fajas pectorales mosasaurio publicadas en otros estudios.
Determinaron que la faja pectoral inusualmente grande y baja colocada por los mosasaurios soportaba grandes conexiones musculares. Además, dice Habib, la asimetría en la estructura ósea es un signo revelador del fuerte movimiento hacia adentro y hacia adentro llamado aducción. Estos análisis sugieren que los mosasaurios usaron sus extremidades anteriores para nadar, al estilo de un golpe de pecho, agregando poderosas explosiones de propulsión a su capacidad para navegar.
El equipo continúa modelando la estructura ósea, la morfología, las mediciones y la dinámica de los fluidos, como el arrastre, para aprender exactamente cómo y qué tan rápido nadaron estos monstruos marinos. Junto con las aplicaciones a la biomecánica, e incluso a la robótica, dicen Formoso y Habib, el estudio también arroja luz sobre cómo la evolución de los fluidos afecta la evolución y los ecosistemas.
Formoso señala que es un desafío estudiar cinemática en animales extintos, considerando que a los sujetos les falta carne, piel y muchos huesos. Pero una cosa es casi segura, dice ella. "Los mosasaurios nadaban como nada".
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por Sociedad geológica de América. Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.